¿Para qué buscar afuera?
Como ingeniero estoy acostumbrado a responder definiendo los elementos de la pregunta. Esto explica el significado de mis palabras y facilita mucho encontrar las posibles respuestas.
¿Qué es el mundo? En este contexto, voy a llamar mundo a todos los fenómenos que percibo a través de los sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto; además de mi conciencia.
¿Qué significa “mejor”? Pues, siendo optimista, “mejor” es la forma comparativa del adjetivo “bueno”. Siendo pesimista, es incluso el comparativo de “malo”. Si mi mundo actual es bueno o malo, depende exclusivamente de mi estado de ánimo. Se trata de una simple atribución. Como muchas personas, soy un maestro de la perfección en emitir rápidamente juicios de valor. Evalúo en seguida sin figurarme que otras personas podrían llegar a las atribuciones contrarias. Peor incluso: muchas veces soy de la opinión que mi juicio es el único que vale.
¿Qué es mejorar? Probablemente, esta palabra se refiere a un acto que modifique un estado de tal manera que luego sea considerado de mejor calidad, más bonito, agradable, feliz, pacífico, alegre, etcétera. Esto me lleva a ocuparme de las sensaciones. Las sensaciones agradables significan felicidad, las desagradables, sufrimiento. Las sensaciones neutras desembocan en la ignorancia. El origen de mis sensaciones está en mis acciones previas. Si no actúo de manera favorable, experimentaré una sensación desagradable. Si mi acción es favorable, sentiré felicidad. La situación del mundo real influye en el grado de felicidad que experimento, pero no es el factor determinante para ello.
¿Qué significa actuar? Me refiero a las actividades en tres niveles: corporal, verbal y mental. Existen acciones favorables, desfavorables y neutras.
¿Qué son los cambios? Analizándolo bien, los cambios no son reales ni posibles. Las situaciones se alternan, en cada momento empieza un nuevo estado, porque se reúnen las condiciones para su existencia. Un momento después deja de existir este estado y es sustituido por el siguiente. Las condiciones son incontables y la gran mayoría queda fuera de mi control.
Los estados de existencia no son permanentes, sino tan pasajeros como lo son todas las cosas compuestas. En este sentido, los cambios no existen, porque los nuevos estados de existencia implican el cambio mismo. ¿Quiere decir esto, que soy incapaz de cambiar algo? ¡Oh, no! Sería una conclusión equivocada y extremista. No soy capaz de cambiar el estado actual, pero mi forma de actuar incide en el futuro inmediato. Lo único que puedo controlar y dominar son las intenciones de mi acción, las cuales determinarán que perciba el mundo como agradable o desagradable.
De esta manera, mis instrucciones para MÍ y MI mundo mejor son las siguientes:
- Ve con los cambios y sé el cambio mismo.
- Adquiere la sabiduría para distiguir las acciones favorables de las que no lo son.
- Practica una ecuanimidad libre de interpretaciones extremas.
- Libérate de falsas ideas sobre ti mismo, de un “yo” aislado de los otros, que necesita un nivel extremo de protección, que es firme, independiente, inmodificable e invariable. No lo sobrevalores por completo.
- Sé feliz en lugar de tratar de serlo.
- Practica un egoísmo sabio. El verdadero egoísta nunca hace daño a los demás, porque sabe que el verdadero altruismo evita que uno mismo se haga daño.
¡Espero que MI mundo mejor sea benéfico también para los demás!
René Meinhardt, Ingeniero químico. Trabaja en una compañía que fabrica y distribuye baterías para aplicaciones industriales y fotovoltaicas a nivel internacional. Nació el 13 de marzo de 1975 en la ciudad de Zittau, ex RDA, hoy Estado Federado de Sajonia, Alemania.