Global Working Generation

Olivia Martínez
México

La senda del amor a través del yoga

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Mi camino al yoga empezó únicamente por curiosidad. En México, de donde soy originaria, escuché por primera vez hablar del yoga por la práctica que hacía de esta disciplina milenaria de origen hindú una primera actriz del cine mexicano y siempre pensé que se trataba de algo místico.

Durante muchos años estuve relacionada con el mundo de los medios de comunicación. Trabajé en televisión en México y el destino me llevó a Nueva York en donde viví 13 años. Trabajé para MTV Latino como traductora y talento de voz. Cuando renuncié a MTV, tuve tiempo de tomar por primera vez clases de yoga.

En 1998, después de un año de practicar el yoga decidí que era el momento de profundizar y tomé parte de un entrenamiento en uno de los ashrams (lugar tradicional para el retiro espiritual) más conocidos de la ciudad de Nueva York, “Integral Hatha Yoga”. En mi camino en el yoga -a diferencia de la televisión- las cosas fluyeron inmediatamente. A una semana de haberme graduado empecé a dar clases. No tengo palabras suficientes para explicar lo que sentí la primera vez que impartí una clase. Bueno, tal vez muchas palabras no, pero sí una sola: AMOR.

A pesar del gran interés por los medios de comunicación y los diversos proyectos profesionales que he emprendido en esa área, nunca antes había experimentado tal sentimiento de amor al desarrollar mi trabajo. A pesar de que siempre he tratado de imprimir pasión en las cosas que emprendo, tengo que reconocer que mi trabajo en los medios era únicamente pensando en mí y lo que quería alcanzar. En yoga fue y es exactamente lo contrario. Nunca se ha tratado de mí, sino más bien de la gente que viene a mis clases. Mi conciencia es casi nula de ego, como si alguien lo desconectara automáticamente al entrar al shala (salón de práctica de yoga) desviando mi atención a cada practicante, sus necesidades y a lo que me expresa a través de su práctica, así como a la dinámica que se genera en cada grupo.

Eso es precisamente lo que más amo de mi trabajo, si es que se le puede llamar trabajo a algo que me proporciona tanto placer. Mi único interés es servir a mis estudiantes y compartir con ellos la práctica milenaria de la yoga y sus importantes enseñanzas que para mí son una de las herramientas más poderosas que tenemos en estos días para elevar nuestra conciencia, conocernos verdaderamente y llevar una vida más plena y saludable a nivel físico, mental y espiritual.

He tenido la enorme fortuna de contar con GRANDES maestros, tales como Shri K Pattabhi Jois y Sharath Jois. Pattabhi Jois es el fundador del sistema Ashtanga Yoga y Sharath su nieto y sucesor, después de la muerte de Guruji Pattabhi Jois. Ashtanga es un sistema de secuencias específicas de asanas (posturas) ligadas a la respiración que promueven la purificación del cuerpo, que se dividen en seis por su grado de dificultad, siendo muy pocas las personas en el mundo que se encuentran autorizadas para impartir las últimas secuencias. Es un gran HONOR ser la única mujer en México autorizada por la escuela de Pattabhi y Sharath Jois en Mysore, India, para enseñar la segunda serie de Ashtanga.

Con la intención de continuar promoviendo la enseñanza tradicional de la Ashtanga, fundé el Ashtanga Yoga México Institute, el cual dirijo, y a partir del cual se ha creado una importante red para la realización de talleres, cursos e intercambio de ideas y experiencias entre personas de diversas nacionalidades, religiones, edades y profesiones pero que compartimos el mismo fin e interés de practicar yoga y utilizar esta herramienta para mejorar nuestra calidad de vida en todos los sentidos y nuestro entorno. Además de los múltiples beneficios que me aporta mi práctica personal, Ashtanga me ha llevado a viajar por el mundo a compartir esta bella disciplina por lugares como Nueva York, Miami, Philadelphia, Frankfurt, Perú, Israel, el sur de Texas y México, desde luego.

Concluyo así: El dolor en el corazón que significó para mí renunciar a MTV se convirtió en el inicio del mayor de mis amores.

Olivia Martínez nació el 5 de octubre de 1969 en la Ciudad de México. Es instructora y directora de Ashtanga Yoga México Institute (www.ashtangayogamexico.com). Vive en Saltillo, Coahuila, México.

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