Ser amigo
En mi familia hay un dicho: tus padres y tus hermanos son la familia con la que naces en la vida, los amigos son la familia que escoges para compartirla.
Siempre he sido de pocos amigos, aunque entrañables. Y la mayoría siguen estando cerca a través de los años. Sin embargo, recientemente, gracias a la vida me vi rodeada de más amigos de los que pensé que tenía.
El año pasado me diagnosticaron con cáncer de mama*. Sin esperarlo, sin planearlo, mi vida cambió radicalmente en unos minutos después del diagnóstico y para el resto de mis días por la riqueza que reconocí en la gente.
Para atravesar un momento difícil como éste, requieres de gran fortaleza. Por ello, buscas a los seres queridos, a la familia, a los amigos, para sostenerte cuando te sientes débil, para hacerte reír cuando no tienes ganas de levantarte, para llorar cuando tienes miedo, para compartir los momentos de paz cuando los alcanzas.
A veces, tiene uno la fortuna de que los amigos con los que contabas se multiplican sin esperarlo. Te sonríe el que prepara tu café todas las mañanas- en ese cafecito al que acudes en el parque- ; te prepara un omelette «más sano» el cocinero del diner y te da un abrazo el mesero cuando llegas a desayunar; te platica sus hobbies más privados la enfermera mientras te administra la quimioterapia; te comparte una receta milenaria y de familia tu acupunturista; tu masajista le enseña a tu pareja como paliar el dolor; toma un avión y te visita de sorpresa el amigo que dejaste de ver hace 10 años y acampa en tu casa… ¡tantas anécdotas, tantos encuentros, tantos amigos!
¿Qué me enseño la vida este último año? Que todos podemos ser el amigo inesperado. Todos podemos cambiar la vida de alguien con un gesto; con una palabra, contando un chiste o compartiendo un texto, un email o una llamada; con un abrazo. No requerimos de elaborados proyectos, no necesitamos correr maratones, ni amasar grandes fortunas para hacer donaciones. Requerimos dar nuestro tiempo, nuestras sonrisas, nuestro aliento, nuestro amor y solidaridad al que está enfermo, al que esta triste, al que tiene miedo, al que se siente perdido. Busquemos cambiarle la perspectiva, el humor y, por un momento aunque sea, cambiar el mundo para alguien.
*Nota: El cáncer de mama es el más común y también la principal causa de mortandad por cáncer en las mujeres a nivel mundial. La detección temprana salva vidas. http://www.worldwidebreastcancer.com/learn/breast-cancer-statistics-worldwide
http://www.who.int/cancer/detection/breastcancer/en/Ioana Navarrete Pellicer
Soy mexicana y ciudadana del mundo. Actualmente resido en Boston, MA. He sido miembro del Servicio Exterior Mexicano desde 1996. Durante 15 años me he dedicado a proteger los derechos de mis compatriotas en Estados Unidos. Gracias a mi carrera, conocí la realidad de los migrantes en la frontera, en el suroeste, en el medio oeste y en el este de Estados Unidos durante distintos períodos y cambios en la relación de México y Estados Unidos. Habiendo estudiado Derecho en México y Estados Unidos, así como trabajado en procuración de justicia en México, me apasiona el tema de la migración desde la perspectiva y la protección de los derechos humanos.En mis tiempos libres leo, escucho música – especialmente rock y punk- y me encanta comer en buenos y variados restaurantes con mi mejor amigo, mi marido. En casa dedico la mayor parte de mi tiempo a cuidar y gozar de mis perros Lucas y Sol.